Peñarol dio el primer gran batacazo de la Copa Libertadores y derrotó en Porto Alegre 2-1 al Inter, el último campeón, para meterse en cuartos de final. Tras arrancar perdiendo al minuto, lo dio vuelta con goles de Martinuccio y Olivera
Si el gol de Leandro Damiao en el Centenario fue un baldazo de agua fría, el de Oscar al minuto y medio en el Beira Río cayó como un camión cisterna de agua helada. El juvenil brasileño aprovechó un error compartido entre Alejandro González y Luis Aguiar en lo que era un saque lateral carbonero, y terminó mano a mano con Sosa definiendo notable de zurda.
Pintaba para catástrofe. Poco después fue amonestado Freitas, Inter movía la pelota y Peñarol no hacía pie, sobre todo en la derecha de su defensa. Alejandro González fue el más flojo de la retaguardia mirasol, que de a poco fue marcando presencia en el terreno.
El conjunto de Diego Aguirre tuvo un argumento casi exclusivo en el primer tiempo, que fue buscar la velocidad de Alejandro Martinuccio, quien tuvo a maltraer a una defensa lenta y con limitaciones, pero contó con poco acompañamiento de los volantes.
El conjunto de Diego Aguirre tuvo un argumento casi exclusivo en el primer tiempo, que fue buscar la velocidad de Alejandro Martinuccio, quien tuvo a maltraer a una defensa lenta y con limitaciones, pero contó con poco acompañamiento de los volantes.
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