Once leones

La misión era altamente complicada. Eliminar al último campeón de la Libertadores en su propia casa era un gran desafío, que se tornó casi una misión imposible cuando el Inter abrió el marcador al minuto de juego.

De todas maneras y a pesar de una mayor y más fluida tenencia de pelota, los carboneros plantearon un buen partido, parándose bien atrás e intentando buscar los desbordes de un imparable Martinuccio.

En el comienzo del complemento, Peñarol sorprendió al continente y dio vuelta el partido con dos golazos del “Porteño” y Juan Manuel Olivera. Lógicamente, el local se fue arriba en busca del empate.

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