Seguimos primeros pero venimos en una clara decaída en el nivel futbolístico que ni siquiera se parece al desplegado en la primer etapa del torneo. La defensa estuvo flojísima, lo cual podemos atribuirlo a la falta de dos de los titulares en la zaga. Sin embargo, en ofensiva también fuimos muy malos ya que generamos con peligro en algunas ocasiones del primer tiempo y no supimos como aprovecharlas.
El primer tiempo comenzó como se lo podía haber esperado, con Peñarol teniendo el balón y atacando agresivamente con subida por los laterales, principalmente de Rozano y con desbordes de los volantes que permitían ensanchar la cancha y generar fútbol por afuera. Así, por las bandas, fue que se generaron las principales ocasiones de gol del campeón del siglo en la primer mitad, las cuales lamentablemente no se pudieron aprovechar debido a las malas definiciones, la falta de suerte y fundamentalmente por un arquero que tapó todo.
Cuando se iban los primero 45, el rival encontró el gol del apertura con un pelotazo largo que terminó en los pies de uno de sus delanteros que luego de sacarse a Darío de enzima, remató de afuera del área incrustando la pelota en el ángulo del arco de la Colombes.
Nos fuimos al descanso con la esperanza de revertir el resultado pero sabiendo que se estaba jugando mal y que a nivel individual, muchos dejaron que desear, principalmente en la mitad del campo de juego.
Para dar vuelta la historia había que conseguir un gol tempranero pero este no llego nunca y los minutos fueron pasando, lo cual llevó a que el nerviosismo incrementará y se generarán aún más errores de los que se venían cometiendo. Uno de esos fallos derivó en el segundo del negriazul, lo cual como venía la tarde comenzaba a liquidar el partido.
Más alla de como venía la mano, esto es Peñarol y el técnico se la jugó con cambios para aportar en ataque y de esta manera buscar llegar a los goles. Los jugadores intentaron pero no pudieron ni supieron como y las deprolijidades continuaban debido a la desesperación por descontar. En medio de esa desesperación, Alfaro de contragolpe marcó el tercero y sentenció el resultado final.
Personalmente creo que el resultado no reflejó lo que fue el encuentro, más alla de que Liverpool mereció llevarse los tres puntos. También me preocupa muchísimo que fue que se hizo durante estas dos semanas sin actividad ya que en lugar de mejorar el equipo claramente empeoró y esto preocupa aún mas cuando restan cuatro fechas para finalizar el torneo y ahora ya no estamos solos en la punta, sino que junto a Danubio que actualmente está dos puntos por debajo pero le darán otros dos que le corresponden del partido contra Racing en el que empataron pero un jugador de este equipo estaba inhabilitado, lo que lleva a que los de la curva sumen de a tres.
Lo que me mantiene tranquilo es que dependemos exclusivamente de nosotros mismos y que para la próxima fecha ya tendremos a nuestra defensa titular armada nuevamente, gracias al retorno de Ale González y Emiliano Albín.
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