Sobre las 10:45 de la mañana, el plantel principal de Peñarol arribó a Montevideo desde Ecuador tras la abultada goleada sufrida ante la Liga Deportiva Universitaria (0-5) en Quito el pasado jueves.
Visiblemente apesadumbrados-aunque en menor grado de cuando regresaron de Buenos Aires tras el 0-3 ante Independiente-, los jugadores y el cuerpo técnico mirasol coincidieron de todas formas en que las posibilidades de clasificación a segunda ronda de la Libertadores están intactas, ya que dependen íntegramente de ellos para lograr el objetivo.
Después de la goleada, los aurinegros permanecieron un día en Guayaquil, lo que fue considerado como positivo por todos, ya que se aprovechó para hablar del juego ante los quiteños y para sacar conclusiones positivas de cara a lo que viene.
La consideración es una sola: hay que preocuparse, sí, pero no hacer un drama por el mal resultado.
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